Conmemoración del Día Mundial de la Eficiencia Energética

Desde el año 1998, durante la primera conferencia internacional sobre eficiencia energética, celebrada en Austria, donde se reunieron más de trecientos expertos de cincuenta países, se declaró el 5 de marzo como el Día Mundial de la Eficiencia Energética.

Los primeros indicios de reducción en el consumo de energía se presentaron desde 1973, con la primera crisis energética mundial del petróleo, posteriormente hubo otras crisis petroleras, en 1981 y 1990, todas esas crisis provocadas por guerras o crisis en el Medio Oriente y finalmente la de 2008 que hizo que el barril de petróleo llegara a tener su más alto valor histórico $147.5 dólares el barril. Todas esas crisis, provocaron una tendencia a la disminución en el consumo de petróleo; por ejemplo, automóviles de menor peso y tamaño; y, mayor eficiencia en los motores de combustión interna, al mismo tiempo que se empezaron a buscar alternativas al petróleo, como la energía renovable y nuclear; sin embargo, el alto costo de la energía renovable no permitía su amplia difusión. Todas esas crisis energéticas, tuvieron como eje, la reducción de la oferta y una demanda creciente del crudo, situación que condujo al incremento en el precio del petróleo.

Desde la Revolución Industrial, impulsada por el uso del carbón mineral, posteriormente el descubrimiento del petróleo y la electricidad y con mayor énfasis en las últimas décadas, la creciente demanda de portadores energéticos, ha incrementado la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, convirtiéndose en un grave problema a escala global, por lo que se plantea la exigencia de la reducción en el consumo energético, mediante el uso racional y eficiente de la energía, lo que a su vez es un enorme desafío tecnológico, económico y ambiental, siendo la mejor solución el uso eficiente de la energía en la industria, el trabajo el hogar y en la movilidad de bienes y personas, medidas que deben ser tomadas por cada individuo.

La actual tendencia en el uso eficiente de la energía también tiene un aspecto global, pero desde el enfoque ambiental, dirigido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global y el posible cambio climático. La eficiencia energética también ha adquirido importancia desde el punto de vista económico, ya que utilizar racionalmente la energía disponible, reduce su consumo y la factura a pagar; así mismo, la reducción en los costos de producción, sin afectar nuestra productividad y comodidad. Es por eso, que actualmente la eficiencia energética tiene una doble ganancia, reducimos costos, mejoramos la economía familiar y mitigamos el cambio climático.

La eficiencia energética, la podemos entender como la habilidad de lograr objetivos productivos empleando la menor cantidad de energía posible. Ahorrar energía, no es sinónimo de eficiencia energética, porque para ahorrar energía, bastaría con apagar las luces y tratar de trabajar sin ella, o apagar el aire acondicionado en un clima cálido, pero ese ahorro de energía reduciría nuestra productividad y afectaría nuestra comodidad, en cambio, el uso eficiente de la energía implica un cambio en las costumbres de su consumo y la implementación de tecnología de bajo consumo energético.

El uso eficiente y racional de la energía, es la mejor herramienta para lograr el desarrollo sostenible y mitigar el cambio climático.

 

Por: Marco Antonio Flores, Gerente del Centro Regional de Energía Renovable y Eficiencia Energética